A la profesora Nelitza Suárez
En la ausencia el ser
el principio de un no ser
o el origen de un génesis interrumpido
hecho carne y huesos
andando en el germen de la vida.
Una voz que socava y escarba
el recóndito río de sangres indelebles
de vertientes de los ojos acorazonados
orbitas en cada átomo de mi pensamiento
allí preñes
un crepúsculo
en tu cuerpo de mujer
de frescas colinas
copa de alquimia eso tú eres
labios sin razón en la piel de una campana
hay armonía en un tuétano profano de savia dulce
izo un cáliz en el mar de tus caprichos
esencias de un hambre de vivir
en sosiegos.
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